viernes, 13 de mayo de 2011

EL VALOR DE LA VIDA (A MI HIJO ÁLVARO)



      Con muchísima frecuencia andamos obnubilados y poco menos que anestesiados por nuestras rutinas cotidianas: trabajo, intereses, propiedades, notoriedad y prestigio social, etc. Y, sin embargo, tenemos la escala de valores patas arriba (con la familia, los amigos y la salud en el último peldaño); de tal manera que, cuando nos parece que subimos a lo más alto del mundo, estamos descendiendo en picado a lo más recóndito de la NADA.
     Es duro soportar una convalecencia posoperatoria de "escasa importancia" (aparentemente) y sentirse casi como un minusválido. La impaciencia nos empuja y la prisa para recuperar la normalidad de salud nos lanza a un rtimo vertiginoso. Parece que tenemos prisa por vivir; pero la vida es inmensa, apasionante, inagotable. Basta con saber meterse dentro de ella con naturalidad, con calma, con sosiego y sabiduría.
     Cuando nos sobreviene un latigazo (en forma de síncope, accidente o enfermedad dura), se necesita temple, coraje, fortaleza de ánimo... para hacer frente a las circunstancias más complejas; y se necesita también amplitud de miras y horizonte sin límites... Necesitamos de la FE (con mayúsculas) para entender lo que, a primera vista, nos resulta incomprensible. Y la fe se tiene o no se tiene, no se improvisa.
     Mi experiencia personal así me lo atestigua. Cuando tú, Álvaro, flaqueaste de manera estrepitosa y tu corazón te jugó una pasada puñetera, el mío explotó en lágrimas y se refugió en Dios (que es el único que controla la fragilidad de los hilos que entretejen nuestra existencia). Y Él no me defraudó. Porque tú tienes toda una vida por delante y un tesoro muy valioso que custodiar: tu esposa INÉS (en cuyo seno ya late tu segundo retoño); tu primogénito MARTÍN (ese "bicho" -como tú le llamas- despierto y parlanchín que nos trae a todos en jaque); tu familia (que te quiere y te adora, porque te lo mereces)... y tus amigos (que son un montón). Por eso, no puedes permitirte ningún descuido más. Te necesitamos por encima de todo.
     Prométeme una cosa: que vas a cuidar tu salud como lo más valioso e impagable que tenemos. ¿Me lo prometes? Recibe mi beso cariñoso.
     Tu padre.


7 comentarios:

Afilador dijo...

No te preocupes Don Peter, que este amigo fiel y otros muchos como yo, nos encargaremos de que esa casi obsesion por no querer preocupar a los que le quieren, no nos ciegue y nos impida ver como esta. Perdona por no haberme dado cuenta a tiempo esta vez. Te quiero un monton CHILI.

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Gracias, Javi, por compartir con nosotros el tesoro de la AMISTAD que, junto con la salud y la familia, deben estar siempre en lo más alto de la TABLA. Un abrazo para toda tu familia (y un beso cariñosín para MARA). Don Peter.

Amable dijo...

Pedro, me acabo de asomar al blog y no sabía nada de lo de Álvaro. Hablé con él en Viernes Santo cuando se acercó a justificarse por no salir en la procesión por las muletas, pero lo que cuentas parece mas serio. Sólo deseo que todo vaya bien.

Con respecto al blog, enhorabuena. Lo que escribes forma parte de mi memoria. Nos falta gente que haga ahora lo que tu hacías hace 30 años.

Amable Pascual (alumno de Pedro)

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Muchas gracias, Amable, por tus palabras cariñosas. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites (y yo pueda dártelo). Álvaro, gracias a Dios, ya está en planta de la Residencia Virgen Blanca (habit. 428) y, probablemente, le den el alta a finales de esta semana. Animo con tu labor política (nos hace falta savia nueva) y... recibe un fuerte abrazo de tu antiguo profesor.

Unknown dijo...

GRACIAS PEDRO por estas lineas, que aunque las haya leido muchas veces no dejan de emocionarme, y por recordarnos a todos lo valiosa y frágil que es la vida.
Te queremos.

Cris dijo...

Espero que te haya hecho caso y que no nos vuelva a dar estos sustos tan tremendos.
Un beso. Cris

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Arrepentidos los quiere Dios. Lo que hace el cariño de la familia. Un besazo, Cris. Pedro