viernes, 27 de mayo de 2011

LA MUERTE DE UN ÁNGEL

      Buceando en mi hemeroteca particular, encuentro un artículo que publiqué en el Diario de León (7-04-1983) a propósito de un acontecimiento que impactó sobremanera en la memoria de los boñarenses: la muerte de HELIA (un angelito de tan solo 6 años). Evoquemos aquel momento.

     "El mismo día de Pascua y tras varios meses de dolorosa enfermedad, moría Helia, una niña de seis años, un angelito despierto y vivaracho. Sus padres, residentes en Barcelona, previendo el fatal desenlace, se habían trasladado recientemente a nuestro pueblo, al amparo del calor familiar. Con gran resignación y entereza, no quisieron privarle de las últimas satisfacciones. Sabemos que ella, en los amargos instantes de los últimos días, les pedía que no la llevasen a Barcelona, que la dejasen morir en casa de su abuelo.
     El lunes, a las doce de la mañana, se celebró la misa de funeral, que constituyó una de las mayores manifestaciones de duelo de nuestra parroquia. Don Carlos, en la homilía, reconocería que, incluso para él, constituía una situación tremendamente embarazosa. El, de cuyas manos había recibido Helia la Primera Comunión el pasado día de San José, trató de confortar a sus padres y familiares con palabras emocionadas de fe. "Un poeta -dijo- escribiría frases bellas: se ha tronchado una flor... Un filósofo se plantearía infinidad de porqués ante la muerte de una niña... Un científico lo interpretaría como el pago a los adelantos limitados de la técnica y el progreso... Un cristiano necesita recurrir a su fe, a la comprensión (dura, pero confiada) de los designios inescrutables de Dios... Cuando enterramos a una persona mayor, pedimos por ella. Hoy, al morir un ser inocente, le pedimos a ella, a Helia, que interceda por nosotros ante el Padre, que limpie nuestros corazones de las impurezas que ella no llegó a padecer, que elimine nuestros egoísmos y bajezas..."
     La vida es difícil; mas, si todos la afrontamos con la entereza que vosotros (Manolo y Carmen)  habéis demostrado, tiene asimismo horizontes hermosos. En nombre de todos, recibid mi abrazo de amigo, mi aliento fraterno.
     Y a ti, pequeña Helia, que nos sigas sonriendo desde el cielo, que nos hagas un poco más buenos, un poco más niños, un poco más hermanos. Un beso muy fuerte"

 

 
Helia acompañada por el Grupo de Coro y Danza de Boñar

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que recuerdos...
Muchas gracias por compartirlos con todos nosotros, sigue así que lo haces fenomenal.
Como ves ya me he puesto al dia y lo tengo todo localizado.
Un beso. Cris

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Cris, los recuerdos son más vivos e intensos en la medida que se comparten. Un abrazo. Pedro.

virginia dijo...

Nunca lo había leído.
Gracias.
Un saludo

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Gracias a ti, Virginia, por asomarte a mi BLOG. Y FELICES FIESTAS.Pedro.