martes, 22 de mayo de 2012

LOS PUEBLOS DEL AYUNTAMIENTO (4): "CERECEDO"













Indicador de población y panorámica desde la carretera





 
       BREVE RESEÑA HISTÓRICA.-

       (CERASEUS o lugar poblado de cerezos). En el año 953, tiene posesiones en este pueblo el monasterio de Sahagún. Cerecedo dista 1,4 kms. de Boñar y está situado en un lugar encajonado entre montañas.
      En otro tiempo, perteneció al Concejo de Boñar. Su iglesia parroquial es del siglo XVII y está dedicada a San Pantaleón. Celebra fiestas patronales el 27 de Julio.




Panorámica de Cerecedo (arriba) y dos vistas de la Iglesia Parroquial (abajo)

      A mediodía del sábado, después de una noche anterior de aguaceros intensos, el sol primaveral me permitió visitar este pueblo semiescondido detras de la chopera al otro lado del río Porma (margen izquierda), en la parte norte de La Salona.

      Antes de atravesar el puente sobre el río, detengo el coche en la carretera para tomar unas fotos desde lo alto de la montaña izquierda. Y es que, salvo dos casas situadas a ambos lados de la C/ Ctra. General y otras dos antes del puente, el resto del pueblo duerme recostado entre montañas, en la margen izquierda del Porma. Entre el río y el pueblo, arranca una pista que conduce hasta Pardomino.

      De entrada, debo confesar que es la primera vez que recorro este simpático pueblo hasta la parte más alta, por encima del arroyo. Curiosamente, después de consultar con un joven y una señora (que ignoraban el nombre del riachuelo), de regreso a Boñar fue otro lugareño el que me apuntó el nombre de MONSECO. Navegando posteriormente por Internet, descubrí que, en el siglo pasado, "existía una Ermita, pero una gran riada de un tranque en Monseco la arrasó".



El arroyo MONSECO (izquierda). Gallinas picoteando en la calle del Río (derecha)

      En mi recorrido a pie por la C/ Real arriba, me llamó especialmente la atención el cruce de dos calles (C/ Cuesta y C/ del Río). La primera nos comunica con la calle de la Escuela y la Iglesia; aquí, aprovecho para subir a la torre y captar bellas fotos panorámicas. En el pórtico cubierto, destaca una Cruz de Misión con fecha 21-10-59.


       
      Por la tarde, decido volver a Cerecedo para fotografiar el escudo en piedra de la DAMA DE ARINTERO, que se encuentra en el dintel de la puerta de la casa de Juli; al propio tiempo, me reencontré con un exalumno y su padre, con los que compartí una charla animada acerca del escaso número de habitantes habituales del pueblo. En relación con este tema, tengo que recoger otro detalle de Internet en el que se dice que "en Cerecedo siempre hubo gallos de pluma para pescar y, desde mediados del siglo pasado, Aureliano vendía pluma india a los franceses... Y Virginia la del Caserío también, pero de pluma parda". Esto lo dicen para desmentir la pretendida exclusividad de los gallos de pluma en la zona de La Vecilla y La Cándana.


      En el capítulo de recuerdos personales, relacionados con Cerecedo, me impresionó sobre manera la trucha de gran peso (unos 7 u 8 kilos) que le ofrecieron a Franco en el Hostal de San Marcos. Fue pescada en el pozo Manolín (inmediaciones de La Herrería), allá por la década de los años 60, con la ayuda de buzos venidos de Gijón y la colaboración de afamados pescadores de la zona (Rompeolas y Carriles); posteriormente, la transportaron por el canal hasta la carretera y desde allí, en un depósito especial, consiguieron llevarla viva hasta León. Por entonces, aún no se había construido el pantano.


ALBUM VARIO DE CERECEDO






Edificio de la "antigua escuela nacional" rehabilitado


Chalé "camuflado" en la parte alta del pueblo, con La Salona al fondo.


       NOTA FINAL.-

        Según parece, está documentado que, en lo alto de La Salona, existió un CASTILLO-FORTALEZA del siglo X. Entre otros usos, servía para controlar los pasos hacia Asturias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien Pedro.

Debo de reconocer que aunque conozco los pueblos del Ayuntamiento, algunos de ellos no los he visto nada mas que "por encima". Creo que merece la pena que dediquemos alguna que otra tarde a dar un paseo por ellos, que seguro que encontramos sorpresas muy agradables.

Un saludo. Amable

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Amable:
Parafraseando al poeta y cambiando el contexto, se me ocurre decir: ¡qué solos se nos van quedando los pueblos! Entre semana, casi deshabitados; en el fin de semana y en vacaciones, parece que reviven. Habrá que hacer algo para reanimarlos... Turismo rural o... lo que sea.
Ciertamente, constituyen una parte esencial en la historia de NUESTRO AYUNTAMIENTO.
Un saludo cordial. Pedro.