Carretera a RUCAYO
Aunque no visitaba RUCAYO desde comienzos de la década de 1970, en el último año largo lo he visitado en dos ocasiones, con motivo de las dos entradas en mi blog (sobre el pueblo y sobre su iglesia). Y hay un detalle que salta a la vista: hasta llegar al Museo de la Fauna Salvaje, la carretera ofrece un aspecto remozado y bien atendido (a pesar de ser una carretera de montaña). Sin embargo, el estado de los casi cinco kilómetros restantes hasta llegar a Rucayo deja mucho que desear (de tercermundista lo califica Aquilino Castro).
Entrada al pueblo (I) y parte alta de RUCAYO (D)
La calle principal ha sido asfaltada con hormigón hasta la altura de la iglesia; no obstante, las viviendas últimas transitan todavía por el viejo camino de piedra y tierra.
Independientemente de la labor que pueda hacer la Junta Vecinal (ahora que están reivindicando su papel con manifestaciones públicas en la capital), hay que reconocer que el Ayuntamiento de Boñar ya ha movido ficha para reclamar a la Diputación el arreglo de estos 4,7 kilómetros de carretera. Por eso, la moción presentada por Aquilino Castro, concejal de IU, ha encontrado el apoyo unánime de toda la Corporación.
Si hace unos días apoyábamos la propuesta en contra del "FRACKING", hoy tengo que volver a felicitar a nuestros ediles porque se molestan en favor de los pueblos del entorno rural, incluso los menos poblados. Una cosa es clara, si los pueblos se mueren, ¿para qué queremos los ayuntamientos, o las juntas vecinales?.
Iglesia de RUCAYO
¡Ojo a la señal!
RECORTE DE PRENSA
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